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Alimentación saludable en niños y niñas

2021-07-06 14:44:56

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Al finalizar la lactancia materna exclusiva (idealmente hasta el sexto meses de edad) los lactantes comienzan a consumir diferentes alimentos en la medida que van creciendo (frutas, verduras, cereales, carnes rojas y blancas, pescados, aceite y lácteos). Los cuales, considerando la edad se incorporan paulatinamente a la dieta. Estos alimentos aportarán la energía y los nutrientes necesarios (proteínas, ácidos grasos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales) que permitirán asegurar el optimo crecimiento y desarrollo de los niños y niñas. Así también influirá directamente en el aumento del peso corporal y la estatura. Pero es importante, indicar que el aporte de energía y nutrientes a través de la dieta, favorece el desarrollo integral de todo el organismo, y especialmente del sistema nervioso e inmune.

Para lograr un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, la alimentación saludable es una herramienta fundamental para asegurar este objetivo. Al respecto, una alimentación saludable se caracteriza por ser suficiente en nutrientes, variada (incluir diferentes alimentos), balanceada (adecuada distribución de las calorías consumidas) e inocua (asegurarse que esté libre de peligros biológicos, químicos o físicos).

La alimentación saludable nos permite contribuir directamente al crecimiento y desarrollo de huesos, músculos, diferentes órganos y especialmente el cerebro. En relación al desarrollo de huesos y músculos, los niños y niñas aprenderán a gatear y luego a caminar, junto con realizar diferentes actividades acordes con la edad. Mientras que en el desarrollo cerebral, se verá reflejado en el aprender a hablar, y otras capacidades neurológicas propias del ser humano, entre las que destaca el desarrollo del lenguaje, escritura y memoria.

En relación a Chile, afortunadamente nuestro país tiene desde hace más de 30 años cifras muy bajas de desnutrición infantil, lo cual fue posible conseguir gracias a diversas intervenciones de salud, alimentarias y nutricionales. Esto se evidencia en el incremento en la estatura de los niños y adolecentes chilenos, así como en la baja prevalencia de anemia ferropriva (déficit de hierro).

A pesar de esta positiva realidad, Chile tiene preocupantes cifras de sobrepeso y obesidad infantil, lo cual refleja una compleja realidad alimentaria y nutricional. Al respecto, los niños y niñas en nuestro país i) están consumiendo más energía de la que utilizan, lo que genera un aumento en el peso corporal (principalmente como grasa), ii) no están recibiendo una alimentación saludable y iii) están realizando muy poca actividad física o ejercicios (vida sedentaria).

En este contexto, para lograr desarrollar hábitos alimentarios saludables en la población infantil es relevante el rol de los padres (mamá y papá), de los otros integrantes de la familia y/o de quien cuida de los más pequeños en el hogar. Porque la conducta alimentaria de los adultos, será el modelo que seguirán los niños y niñas. En palabras sencillas, la alimentación de los niños y niñas es responsabilidad del adulto que los cuida.

La conducta alimentaria definirá la consistencia (desde papilla, comida picada y luego alimentos más sólidos) y horario de las comidas, tipos de alimentos o la forma en cómo se preparan. Por ejemplo, si los adultos no consumen frutas o ensaladas, será muy difícil que los niños y niñas lo hagan. Situación que también se repite, cuando en casa los adultos consumen comida rápida o chatarra.

La alimentación saludable debe incluir frutas y verduras, cereales (arroz, fideos y pan), papas, carnes rojas, carnes blancas (pollo y pavo), pescados (atún, jurel, merluza, salmón), huevo, legumbres (porotos, garbanzos y lentejas), aceites (especialmente canola y oliva extra virgen), lácteos (leche, yogurt y queso). Además, de incluir agua como el bebestible a elegir para hidratarse en lugar de bebidas y jugos.

Un aspecto importante es evitar el consumo de azúcar y golosinas, bebidas azucaradas, alimentos fritos, comida rápida o chatarra o colaciones poco saludables.

Las recomendaciones generales para una alimentación saludable en niños y niñas incluyen:

  1. La lactancia materna sigue siendo el alimento principal hasta el año de vida y los otros alimentos que se incorporan a partir de los 6 meses COMPLEMENTAN la lactancia materna.
  2. Fomentar el consumo de agua (4 a 5 vasos pequeños diarios).
  3. Lo ideal es consumir cuatro comidas establecidas en el día: desayuno, almuerzo, once y cena, y eventualmente una colación saludable.
  4. Al ofrecer un alimento nuevo hacerlo en pequeña cantidad (los niños y niñas no son adultos) y repetir esta oferta para que el alimento sea aceptado, hasta que se logre su incorporación a la dieta habitual.
  5. Ofrecer los alimentos en trozos pequeños para facilitar el uso del cubierto y así, propiciar la independencia al comer.
  6. Proporcionar alimentos de diferentes texturas para reforzar las habilidades masticatorias y favorecer la secreción salival.
  7. Dar alimentos variados para que actúen como un estímulo para el apetito.
  8. Realizar las comidas en un ambiente familiar tranquilo y de afecto.
  9. Ofrecer los mismos alimentos que reciben los otros integrantes de la familia, eso permite educar por imitación e incorporar alimentos nuevos.
  10.   La independencia y autovalencia es un proceso normal y progresivo que los padres deben guiar y acompañar.
  11.   Evitar comer solos o frente al televisor, computador u otra distracción ya que aumenta la ingesta de alimentos más allá de lo necesario.
  12.   Evitar alimentos que tengan el mensaje de advertencia: “ALTO EN” CALORÍAS, AZUCARES, SODIO Y GRASAS SATURADAS, tales como bebidas gaseosas, néctares y jugos azucaradas, golosinas, alimentos de coctel, productos de pastelería y snack dulces y salados. Estos productos deben ser excepcionales en la alimentación de los niños y niñas.

Además de la alimentación, es importante incentivar en los niños y las niñas la práctica del ejercicio y deportes.

En el caso de utilizar suplementos nutricionales, será necesaria la supervisión directa del pediatra o nutricionista especialista en pediatría.

Referencias:
Guía de alimentación del niño(a) menor de 2 anos. Guía de alimentación hasta la adolescencia. Ministerio de Salud (MINSAL). 2016. Republica de Chile.
Mansfield JL, Savaiano DA. Effect of school wellness policies and the Healthy, Hunger-Free Kids Act on food-consumption behaviors of students, 2006-2016: a systematic review. Nutr Rev. 2017;75:533-552.
Black MM, Pérez-Escamilla R, Rao SF. Integrating nutrition and child development interventions: scientific basis, evidence of impact, and implementation considerations. Adv Nutr. 2015;6:852-9.
John CC, Black MM, Nelson CA 3rd. Neurodevelopment: The Impact of Nutrition and Inflammation During Early to Middle Childhood in Low-Resource Settings. Pediatrics. 2017;139:S59-S71.
Material preparado por Rodrigo Valenzuela B, Nutricionista. Msc. PhD
REH-CL-00067-04-2023